Hola a todos!
Mi nombre es Sheyla, tengo 22 años y soy graduada en Español: lengua y literatura.
Mi nombre es Sheyla, tengo 22 años y soy graduada en Español: lengua y literatura.
¿Por qué he estudiado este grado?
Fue en segundo de bachillerato cuando me decanté por la filología hispánica. Siempre me había gustado la sintaxis y la morfología, pero el factor determinante que hizo que empezara a tener interés en el español y, por lo tanto, querer aprender más de esta lengua fue en el momento en que mi profesora de latín hizo hincapié en la evolución de las palabras. Tenía gran interés por saber cual era su origen y conocer los diferentes cambios que habían sufrido a lo largo de la historia hasta llegar al español actual. Por lo tanto, el Grado de Español era la única carrera que podía resolverme aquellas dudas, además de ayudarme a profundizar en la gramática, la sintaxis y la morfología españolas, pues sentía que en el instituto no me habían explicado con detenimiento todas las cuestiones que engloban estos tres campos.
Fue en segundo de bachillerato cuando me decanté por la filología hispánica. Siempre me había gustado la sintaxis y la morfología, pero el factor determinante que hizo que empezara a tener interés en el español y, por lo tanto, querer aprender más de esta lengua fue en el momento en que mi profesora de latín hizo hincapié en la evolución de las palabras. Tenía gran interés por saber cual era su origen y conocer los diferentes cambios que habían sufrido a lo largo de la historia hasta llegar al español actual. Por lo tanto, el Grado de Español era la única carrera que podía resolverme aquellas dudas, además de ayudarme a profundizar en la gramática, la sintaxis y la morfología españolas, pues sentía que en el instituto no me habían explicado con detenimiento todas las cuestiones que engloban estos tres campos.
¿Qué es lo que hizo que quisiera dedicarme a la enseñanza?
Sinceramente, nunca tuve claro a qué me quería dedicar, porque siempre he tenido muchas aficiones. Finalmente, me decanté por la educación secundaria por influencia de dos de las mejores profesoras que he tenido. Se convirtieron en mi ejemplo a seguir porque creo que no cualquier persona puede dedicarse a la educación secundaria y yo me veo con entusiasmo para llevar a cabo ese cargo. Todos hemos pasado por esta etapa y pienso que antes de actuar negativamente sobre los estudiantes por determinados comportamientos que pueden mostrar o juzgarles por los mismos, deberíamos pararnos a pensar e investigar a qué son debidos e intentar ayudarles.
Cada profesora me aportó una idea diferente de lo que considero que es ser un buen profesor, y ambas ideas en conjunto son las que pienso que se debe aplicar para llegar a ser un profesor excelente. Por un lado, pude observar en una de ellas que para ser un buen profesor no solo hay que limitarse a explicar los contenidos, sino que hay que ser cercano y transparente con los alumnos y tenderles la mano siempre que lo necesiten, ayudarles si percibimos que no están pasando por un buen momento tanto académico, como personal y ofrecerles nuestra confianza. De esta forma no solo nos van a ver como profesores que les cuentan la lección, sino como héroes a los que recurrir cuando tengan problemas de todo tipo. Y, por otro lado, por mi experiencia personal con mi profesora de lengua y literatura, me di cuenta de que un profesor exigente, no es un mal profesor. Puede que durante el curso te ponga las cosas difíciles, pero cuando finalmente ves los resultados te das cuenta de todo lo que te ha aportado y nunca te olvidarás de él.
En conclusión, pienso que un gran profesor es aquel que se preocupa por que sus alumnos aprendan de verdad, el que se esfuerza por que entiendan su asignatura y tengan un buen nivel que les ayude a superar diferentes etapas académicas con facilidad y el que, además de ser su profesor, se asegura de guiarles hacia un futuro mejor.
Con esta reflexión, concluyo la primera entrada de mi blog.
Hasta la próxima!
Sinceramente, nunca tuve claro a qué me quería dedicar, porque siempre he tenido muchas aficiones. Finalmente, me decanté por la educación secundaria por influencia de dos de las mejores profesoras que he tenido. Se convirtieron en mi ejemplo a seguir porque creo que no cualquier persona puede dedicarse a la educación secundaria y yo me veo con entusiasmo para llevar a cabo ese cargo. Todos hemos pasado por esta etapa y pienso que antes de actuar negativamente sobre los estudiantes por determinados comportamientos que pueden mostrar o juzgarles por los mismos, deberíamos pararnos a pensar e investigar a qué son debidos e intentar ayudarles.
Cada profesora me aportó una idea diferente de lo que considero que es ser un buen profesor, y ambas ideas en conjunto son las que pienso que se debe aplicar para llegar a ser un profesor excelente. Por un lado, pude observar en una de ellas que para ser un buen profesor no solo hay que limitarse a explicar los contenidos, sino que hay que ser cercano y transparente con los alumnos y tenderles la mano siempre que lo necesiten, ayudarles si percibimos que no están pasando por un buen momento tanto académico, como personal y ofrecerles nuestra confianza. De esta forma no solo nos van a ver como profesores que les cuentan la lección, sino como héroes a los que recurrir cuando tengan problemas de todo tipo. Y, por otro lado, por mi experiencia personal con mi profesora de lengua y literatura, me di cuenta de que un profesor exigente, no es un mal profesor. Puede que durante el curso te ponga las cosas difíciles, pero cuando finalmente ves los resultados te das cuenta de todo lo que te ha aportado y nunca te olvidarás de él.
En conclusión, pienso que un gran profesor es aquel que se preocupa por que sus alumnos aprendan de verdad, el que se esfuerza por que entiendan su asignatura y tengan un buen nivel que les ayude a superar diferentes etapas académicas con facilidad y el que, además de ser su profesor, se asegura de guiarles hacia un futuro mejor.
Con esta reflexión, concluyo la primera entrada de mi blog.
Hasta la próxima!
Hola Sheyla! Estoy totalmente de acuerdo con la reflexión que has compartido sobre cómo debe ser un buen profesor. Creo que a la hora de formarnos como docente la experiencia personal juega un papel muy importante, ya que es una manera de ver cómo queremos o no ser con nuestros alumnos en un futuro. Un saludo!!
ResponderEliminarExigente pero cercano... Exigente y humano. ¡Buena reflexión!
ResponderEliminarBuenos piezas son los de Cuéllar.
¡Un saludo!
Los de ese pueblo me caéis bien
EliminarHola Sheyla, me ha encantado tu presentación y me hace sentirme muy identificada ya que yo tampoco lo tuve muy claro (incluso a día de hoy a veces sigo planteándome qué hacer con mi vida). Estoy totalmente de acuerdo contigo en tu percepción sobre cómo ser un buen profesor.
ResponderEliminarUn saludo
Sé que tienes más entradas escritas, publicamelas para poder comentarlas girl (😬😬). En esta entrada estoy completamente de acuerdo con tu descripción de profesor, sigue así de on point con el blog.
ResponderEliminar¿Estudiaste filología hispánica por la sintaxis y la morfología? Tú estás mal de la cabeza.
ResponderEliminarUn saludo
Dicha la gracia, quizá seas la primera profesora que sepa meter en la cabeza de los alumnos de ciencias que la sintaxis tiene mucha utilidad. Serás de esas docentes que explique que la sintaxis y la morfología están destinadas a la traducción de lenguas flexivas, y no sirven solo para relajarse (como decía mi profesora de lengua).
EliminarMe gustan mucho tus reflexiones. Pero lo que más me gustó fue la presentación de tu blog en clase ;). Y ya sabes, cuando quieras tendrás a la mejor guía para visitar Rioseco y espero que así sea en Cuellar.
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