¡Hola a todos!
Hoy hablaremos de las diferencias que existen entre coaching educativo, tutor, orientador, asesor e influencer.
Todas ellas suponen una influencia en la vida académica y personal del alumnado, en particular, y del resto de agentes de los centros educativo en general, puesto que el coaching educativo y los influencers pueden también influir en el desarrollo de las funciones del profesorado y de las familias.
A continuación, dejaré la definición de cada una de estas profesiones:
Coach educativo: agente externo al sistema educativo y a las instituciones que lo gestionan. Sin embargo, sus funciones se relacionan directamente con los agentes que integran este sistema, ya que su labor es la de aconsejar y acompañar a estos a conseguir sus objetivos, potenciando sus habilidades y aportar recursos para superar las limitaciones del ámbito educativo.
Influencer: es una figura más cercana al coach que al resto de profesiones. Se trata de un líder social, que a través de las redes sociales y los medios de comunicación masivos, marca y difunde una serie de valores, creencias y patrones de comportamiento de gran influencia para sus seguidores. De igual modo, no se trata de un agente inmerso en el ámbito escolar, pero sí que puede convertirse, al igual que el coach, en objeto de orientación y consejo para el profesorado y las familias, aunque suele ser una fuente de inspiración más habitual entre el alumnado.
Asesor: se asemeja al orientador. Desempeña una función orientativa del alumnado, tanto en lo académico como en lo personal. Acompañaría a los estudiantes en su formación, ayudándoles a diseñar su línea de investigación futura.
Orientador y tutor: son dos profesiones propias de contextos educativos. Ambos, junto con el asesor, orientan y acompañan de cerca al alumnado en sus tareas propiamente académicas y en su situación más personal, conociendo y cooperando con las familias, conociendo la situación personal, emocional y afectiva del alumno.
Como podéis observar, hay muchas características similares entre unos y otros con sutiles diferencias. Todas ellas suponen una influencia en la vida académica y personal del alumnado y del resto de agentes de los centros educativos, ya que el coach educativo y los influencers pueden también influir en el desarrollo de las funciones del profesorados y de las familias. Sin embargo, las diferencias entre ellas son en primer lugar, que los orientadores, tutores y asesores tienen una estricta relación con el ámbito educativo, mientras que los influencers no forman parte del sistema educativo sino del ámbito social y, la segunda diferencia es la falta de formación pedagógica de la mayoría de influencers, por lo que creo que sería bueno que los jóvenes se alejaran de este tipo de personas, ya que pueden salir perjudicados.
Desde mi punto de vista, añadiría a estas profesiones la de profesor, ya que los docentes pasan muchas horas con los alumnos y, por lo tanto, les conocen mucho más. Esto es muy importante a la hora de tratar con ellos y guiarles hacia un buen futuro.
Y, finalmente, la tercera y última parte de esta actividad consiste en desarrollar un itinerario formativo para una tercera persona o para mi y, en este caso, voy a hacer mi propio itinerario formativo.
Como futura profesora de secundaria, seré en algún momento tutora de un grupo de alumnos y, para ello, considero que es muy importante llevar a cabo ciertas pautas:
- Disponer de tiempo para realizar su función, pues los profesores que asumen el cargo de tutores deben ser conscientes de la responsabilidad que asumen.
- Tener carisma, es decir, el tutor debe trasmitir confianza. Su modo de actuar debe facilitar el establecimiento de relaciones cordiales y fluidas.
- Capacidad de comunicación. La predisposición al diálogo, a establecer vínculos, a inducir a la conversación de aquellos estudiantes que son tímidos o desconfiados. Además, la motivación del alumno la logra el tutor esencialmente a partir de tres condiciones: identificar qué es lo que el alumno hace mejor, saber qué es lo que más le gusta y saber quiénes son sus amigos. ayudarle a descubrir esas cualidades se logra a través de la comunicación.
- Intuición psicológica. El profesor no es psicólogo, pero la prevención, el anticiparse, el ir descubriendo cuándo un estudiante está atravesando por un problema es parte de la habilidad que todo tutor debe de poseer.
- Saber escuchar. Es muy importante que el tutor sea receptivo y se ponga en el lugar del estudiante frente a una situación difícil.
Gracias por vuestra atención. Hasta la próxima!
Y, finalmente, la tercera y última parte de esta actividad consiste en desarrollar un itinerario formativo para una tercera persona o para mi y, en este caso, voy a hacer mi propio itinerario formativo.
Como futura profesora de secundaria, seré en algún momento tutora de un grupo de alumnos y, para ello, considero que es muy importante llevar a cabo ciertas pautas:
- Disponer de tiempo para realizar su función, pues los profesores que asumen el cargo de tutores deben ser conscientes de la responsabilidad que asumen.
- Tener carisma, es decir, el tutor debe trasmitir confianza. Su modo de actuar debe facilitar el establecimiento de relaciones cordiales y fluidas.
- Capacidad de comunicación. La predisposición al diálogo, a establecer vínculos, a inducir a la conversación de aquellos estudiantes que son tímidos o desconfiados. Además, la motivación del alumno la logra el tutor esencialmente a partir de tres condiciones: identificar qué es lo que el alumno hace mejor, saber qué es lo que más le gusta y saber quiénes son sus amigos. ayudarle a descubrir esas cualidades se logra a través de la comunicación.
- Intuición psicológica. El profesor no es psicólogo, pero la prevención, el anticiparse, el ir descubriendo cuándo un estudiante está atravesando por un problema es parte de la habilidad que todo tutor debe de poseer.
- Saber escuchar. Es muy importante que el tutor sea receptivo y se ponga en el lugar del estudiante frente a una situación difícil.
Gracias por vuestra atención. Hasta la próxima!
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